Inmaculada Madre
de Dios,
Reina de los
cielos,
Madre de
misericordia.
Abogada y refugio
de los pecadores:
He aquí que yo,
iluminado y movido
por las gracias
que vuestra maternal benevolencia
abundantemente me
ha obtenido del Tesoro Divino,
propongo poner mi
corazón, ahora y siempre,
en vuestras manos
para que sea consagrado a Jesús.
A Vos, oh Virgen Santísima, lo entrego,
A Vos, oh Virgen Santísima, lo entrego,
en presencia de
los nueve coros de los ángeles
y de todos los
santos;
Vos, en mi nombre,
consagradlo a Jesús.
Y por la filial
confianza que os tengo,
estoy seguro de
que haréis, ahora y siempre,
que mi corazón sea
enteramente de Jesús,
imitando
perfectamente a los santos,
especialmente a
San José, vuestro purísimo esposo.
Amén. +
Rezar tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Rezar tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Autor san Vicente
Pallotti (Roma, 1795-1850),
presbítero y
fundador de la Sociedad
del Apostolado
Católico.
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