Oh, dulcísima y misericordiosísima
Virgen de la Salud de Bojacá,
por los méritos de tu maternidad divina,
por tu compasivo amor a nosotros los pecadores:
Líbrame, por favor,
de los pecados graves, de las fuertes tentaciones,
aleja a mis enemigos,
aparta a los malos vecinos,
ocúltame de los que me quieren hacer mal.
Líbrame Madre de los peligros en los viajes,
de las balas enemigas,
del puñal o del cuchillo de los asesinos,
de la lengua de los que murmuran y calumnian,
de las manos de los ladrones.
Sáname en las graves enfermedades,
líbrame de los animales ponzoñosos y de la peste,
protégeme de las tempestades y de los rayos.
Socórreme con el pan de cada día
y líbrame del hambre, de la sed y de la pobreza,
de la tristeza, la angustia, la opresión,
de la muerte repentina y de todo mal.
Y por los dolores que experimentaste
al contemplar a tu divino Hijo muerto en tus brazos,
concédeme ser escuchado-a en los Cielos,
te pido con inmensa fe y esperanza
me hagas llegar cuanto antes
la ayuda que necesito en estos difíciles momentos,
pues Tu haces posible lo que para mí es imposible:
(decir el favor que se desea conseguir).
Virgen amada y venerada,
derrama sobre mí tu amor y bendición,
sabes que confío con todo mi corazón en Ti
y que sé que no quedaré sin favorable respuesta
Y cuando llegue mi hora,
dame Madre una santa muerte
y no permitas que mí alma vaya a los infiernos,
y cuando esté en el purgatorio,
baja pronto a aliviarme y a llevarme al Cielo
a gozar eternamente en tu Compañía.
Amén.+
Rezar la Salve y tres Avemarías.
Repetir la oración y los rezos tres días seguidos,
o nueve si la petición es muy difícil, imposible.
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