Postrado ante vuestro acatamiento,
¡Virgen de la Medalla Milagrosa!
¡Virgen de la Medalla Milagrosa!
y después de saludaros en el augusto misterio
de vuestra Concepción sin mancha,
os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre,
abogada, reina y señora de todas mis acciones,
y protectora y mediadora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen Purisima,
no olvidaros jamás,
no olvidaros jamás,
ni vuestro culto, ni los intereses de vuestra gloria,
a la vez que os prometo también
promover en los que me rodean vuestro amor.
Por los muchos milagros que habéis concedido
y por lo mucho que hacéis por vuestros devotos,
concededme vuestro eficaz auxilio, dulce Señora,
para que no sufra por la necesidad y los problemas,
haced que reciba ayuda Celestial
cuando mi vida pase por dificultad y miseria.
Por los muchos milagros que habéis concedido
y por lo mucho que hacéis por vuestros devotos,
concededme vuestro eficaz auxilio, dulce Señora,
para que no sufra por la necesidad y los problemas,
haced que reciba ayuda Celestial
cuando mi vida pase por dificultad y miseria.
Recibidme, Madre tierna, desde este momento
y sed para mí el refugio en esta vida
y el sostén a la hora de la muerte.
¡Oh María sin pecado concebida!
¡Rogad por nosotros que recurrimos a Vos!
Amén.+
Hacer la petición con inmensa fe y esperanza
y rezar tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
Amén.+
Hacer la petición con inmensa fe y esperanza
y rezar tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
Hacer la oración y los rezos tres días seguidos.
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