El mensaje principal de las
apariciones de la Virgen, ocurridas entre el 18 de julio y el 27 de noviembre de 1830 fue presentar
al mundo una medalla en la que María aparece como Inmaculada, Reina,
Corredentora y Medianera de todas las gracias.
La Santísima Virgen en persona
presentó a Sor Catalina Laburé, religiosa vicentina, el modelo de esta medalla y le dijo: